Parece mentira, con lo cerca que está, y lo que nos ha costado ir. Cuadrar vacaciones, buscar compañeros de viaje para no ir solos (al menos la primera vez), el tema económico, una revisión de la moto no terminada a tiempo... Habíamos intentado ir antes, y de hecho la primera vez que fuimos no pudo ser en moto en el último minuto. Afortunadamente pudimos ir en el coche de Carlos, nuestro guía.
Pero esta vez salió todo bien.