Cuarto día en Marruecos. No hay que rehacer las maletas, ni cargar el coche ni la moto. Ni siquiera hay que madrugar. Hoy dormimos aquí de nuevo. La idea es ir al desierto. Y lo ideal sería ir a ver la duna grande, que por lo visto es inmensa, pero hasta allí es imposible llegar con el coche y con la moto. Con el coche realmente es posible llegar, pero desconocemos el camino, y de todas formas hay mucha arena y mucha duna. Que se puede llegar, y teóricamente hay una pista que te lleva hasta allí, pero aún así no nos fiamos mucho. Preferimos ir con guía. Así que después de un opíparo desayuno en el jardín del hotel, en un entorno idílico,